Chupitos clásicos para tomar en un bar de copas

Lo que nunca falla en una reunión son los chupitos clásicos. Nada más favorable para integrarnos bien cuando estamos en un grupo de amigos que una ronda de estas bebidas. O varias, según cómo se dé la noche.

Todos podemos disfrutar de novedosas creaciones de los bármanes, de preparaciones que llevan el sello de un autor o que se le hayan ocurrido a un amigo. Pero, como siempre, un clásico es un clásico.

Chupitos clásicos que siempre están de moda

Cuando estemos en una planta o un reservado en un local de los que marcan pauta en la noche de Madrid, podemos sentirnos con más libertad en un afterwork o cumpleaños. Es el momento de tomar estas bebidas de un solo trago, como debe ser, pues se originaron durante la ley seca en Estados Unidos y se bebían rápidamente para evadir a la policía.

Vodkas coloridas

Esta bebida de poderosa graduación viene en diferentes sabores: el rojo, hecho con endrinas; el color caramelo y el negro. Con el rojo podemos tomar un divertido cerebrito. Solo hay que añadir crema Baileys y semejará el órgano sumergido en el líquido rojo.

El tequila inmortal

El shot de esta bebida debe ir con el borde escarchado. Tomado de un trago después de lamer la sal de la mano y, seguido de un chorro de zumo de limón sujeto directamente con los dientes, es lo más estimulante que podemos beber. No en balde ha resultado inmortal, al parecer.

La cucaracha flameada

Para este trago necesitaremos una medida de licor de café que se verterá en un vaso corto. Luego añadimos una medida de tequila con lentitud, para que los líquidos se mantengan separados. Al llegar a este punto se enciende una porción de tequila en una cuchara y una vez en llamas se desliza al vaso, que no debe desbordarse.

Se la deja arder mientras introducimos una pajilla. Hay que beberlo así, pero cuidado: la pajita podría quemarse o el tequila encendido subir por ella hasta la boca. No queremos que pase nada de eso.

El semáforo en rojo

Aprovechando los colores de estas bebidas, colocaremos en un vaso, primero licor de menta, luego Grand Marnier y, por último granadina, sin que se mezclen. Parecerá un semáforo, con los mismos colores y en el mismo orden con que los vemos en las calles.

Los puros y simples

Un chupito puede ser de casi cualquier bebida alcohólica y los podemos tomar de licor, de piña, de pacharán, de aguardientes, licores de hierbas y orujos diversos. Un peché de whisky y con el aroma del melocotón puede resultarnos delicioso y de bajo contenido alcohólico.

También pueden componerse de alcoholes sin mezcla pero más potentes como ron, whisky o anís. Todo depende de nuestro estado de ánimo y de la ocasión que se esté celebrando.

Reunirse para tomar chupitos clásicos es una ocasión que no debe faltar en un grupo de amigos. Y más cuando se quiere disfrutar a fondo de la noche madrileña en un local de moda.